Top 5 – Personas PELIGROSAS en tu vida

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Cuidaos de las personas, mis queridos lectores.

Durante años y debido a repetidas oleadas de dificultades que me han ido desgastando en la vida, he aprendido que lo más peligroso, aquello que más hay que tener vigilado y de lo que debe guarecerse uno es de sus propios conciudadanos.

Las personas, al igual que el resto de animales, pueden tener comportamientos impredecibles que voluntariamente o no pueden acarrearnos muchísimos problemas personales, físicos, psicológicos o sociales. Actualmente, prácticamente todos los problemas que me acechan desde la urbana espesura son directamente producidos por personas, y en el top de hoy, presento los cinco modelos más peligrosos que existen.

5 – Los inconscientes

En el nivel más bajo se encuentran las personas que debido a su estado de salud, falta de cuidado o poca profesionalidad pueden suponer un peligro para terceros. Es imposible evitar a todo el mundo, por lo que lo único que podemos hacer es tener siempre los ojos bien abiertos. En la vida se aprende que siempre hay alguien realizando una actividad peligrosa en algún sitio: Conductores borrachos o noveles, drogaadictos con mono o poco cuidado de sus agujas o personal incompetente e idiota; todos ellos son prototipos urbanos típicos. Los inconscientes, aún con el nivel de peligrosidad más bajo, son los más numerosos y aunque no tengan voluntad real de hacer daño, pueden hacerlo y es preciso que nuestras actividades cotidianas estén en alerta.

No déis por hecho que en un cruce con preferencia o rotonda la otra parte cumplirá las normas.

No déis por hecho que una barandilla, máquina, obra o soporte esté bien montado y sea seguro.

No déis por hecho que una gestión comercial y/o administrativa quedará bien hecha sin comprobarlo.

4 – Personas de poder

En éste grupo entran los jefes en los empleos, las personas encargadas de la dirección y la seguridad, los policías, políticos y mandatarios de las empresas de las que eres cliente directa o indirectamente. El poder es peligroso, sobretodo para quiénes lo sufren de manera imprevista y totalmente colateral. Puedes salir a la calle y pisar un insecto sin darte cuenta, mataste un ser vivo sin quererlo y de igual forma, un mandatario puede decidir cosas a gran escala que pueden arruinarte la vida, como por ejemplo construir una autovía en medio de tu campo de naranjas o imponer una ley medioambiental que termine de un plumazo con la fábrica de plásticos en la que eras empleado, eras socio, o eras dueño. Por otro lado, un encargado caprichoso puede arruinarte el empleo si no le caes bien o incluso por motivos totalmente ajenos a ti, como por ejemplo que tenga que dar la culpa de un error a otra persona para no asumirlo por sí mismo.

Mantened una atención estricta a la gestión de vuestros superiores en el trabajo.

No estéis en medio cuando suceda algo en lo que podáis veros envueltos e intervengan autoridades.

Tened siempre un plan B para cualquier proyecto, personal profesional o social que pueda arruinarse.

3 – Esquiroles samaritanos

Éste grupo parece inofensivo pero bien merece el bronce de las personas que pueden causar problemas, a veces extremadamente serios, y debéis, palabra de honor, debéis cuidaros absolutamente siempre de estas personas, pues no son en absolutamente nada de buenas como parecen. Los esquiroles samaritanos son las personas que movidas por su afán de justicia egoísta buscan constantemente arreglar el mundo y hacer el bien, casi siempre olvidando que en vez de ayudar con sus actos perjudican la vida de los demás. El esquirol samaritano es la persona que necesita compulsivamente actuar de policía del mundo y reportar, denunciar o dar lecciones de todas las infracciones a su alrededor, y además, meterse en todas las peleas privadas, discusiones, negocios o situaciones familiares ajenas. Su objetivo es vendido como hacer el bien pero la realidad es que sirven a su propio ego, creyéndose en paz por obrar como portadores del bien en la sociedad. En serio, son muy peligrosos, debéis alejaros de ellos por que hoy pueden ser amigos vuestros, y mañana montaros una montaña de problemas por que “debíais aprender algo que hacíais mal”.

Nunca expongáis vuestros datos a menos que sea totalmente imprescindible. Esa gente pone quejas, reportes y denuncias como palomitas, causando problemas enormes por tonterías vanales.

Sed educados pero no mantengáis la amistad con gente así, y sobretodo, nunca nunca habléis de vuestros problemas personales que impliquen gente cercana, por que se meterán en medio. Siempre lo hacen.

Por mucho que seáis la parte con probada razón en un conflicto, nunca confiéis el caso a ese tipo de gente, pues si ellos deciden otra opinión combatirán contra vosotros.

Esa gente es totalmente incapaz de mantener secretos a salvo. En serio. Tampoco son capaces de mantenerse al margen de una situación por mucho que supliquéis o pidáis discreción, incluso llorando.

2 – Personas con miedo

El miedo en las personas es muy peligroso, al igual que en los animales. Cualquier animal herido o que teme ser atacado es mucho más peligroso que hambriento, excitado o en cualquier otro estado. Yo mismo convivo con sombras a mi alrededor que esperan una oportunidad para hacerme pedazos, y he sido testigo de mi propia capacidad para dar respuesta exagerada e primitiva en situaciones de miedo real. No hablo de temor o desconfianza, hablo de un miedo primitivo, ancestral a algo que es potencialmente peligroso para la vida propia o la de cercanos. Hablo del miedo que te hace soltar cuanto tienes en las manos y huir saltando una pared sin saber que aguarda tras la caída, del miedo que ante una situación de acorralamiento te hace golpear con una fuerza que jamás reproduciste en el gimnasio. El miedo que programa tu cerebro para entrar en un estado en el que eliminar como sea tu amenaza es lo único que existe. Una persona en ése estado es muy peligrosa, más aún cuando el miedo es subjetivo y sólo uno mismo conoce los fundamentos del suyo propio. Llevado al extremo, una persona con traumas por un tiroteo sufrido puede reaccionar con extrema violencia contra alguien en el mismo cuarto si éste golpea la puerta tras de sí con un sonido similar. Una persona en un brote de pánico real es perfectamente capaz de hacer daño a terceros o a sí mismo, y como dije lo verdaderamente peligroso de ellas es que nunca sabes cuáles son los miedos de cada cual.

Aseguraos siempre de conocer los miedos más profundos de las personas cercanas y nunca, nunca nunca subestiméis el efecto que tienen en ellas por mucho que sean ridículos. Una persona puede tener una reacción violenta ante una rata, por ejemplo, y dañar a terceras personas lanzando o rompiendo objetos en su estado de pánico.

No permitáis nunca que nadie os identifique o relacione con sus miedos profundos ni juguéis con ellos. La mayoría de miedos humanos tienen relación con la invasión de la intimidad o el daño físico, así que dad espacio personal y psicológico a personas que los padezcan.

No tratéis de calmar a una persona en estado de pánico si no es indispensable para vuestra seguridad o la de cercanos. Es muy peligroso sobretodo si porta armas u objetos con que defenderse. Aseguraos que sale del estado de pánico antes de acercaros a él y/o ofrecerle ayuda.

1 – Personas que os creen el mal

Éste es el top 1 de peligrosidad y lo reservo para aquellas personas, que con razón o sin ella creen que vosotros hicísteis algo malo, o simplemente, vuestra mera existencia, ideología o modo de vida son negativos o incorrectos. Los enemigos personales pertenecen a éste grupo, pues un enemigo real no es quién quiere quitaros algo o envidia vuestro puesto o posesiones, si no quién piensa que sois el mal y busca combatiros de forma activa y pasiva. Esas personas, cegadas por el hecho de identificaros con el mal no cesarán en su empeño de joderos la vida con un nivel de actos directamente proporcional al desequilibrio que padezcan, hasta el punto que un enajenado o persona normal en situación de tensión puede convertirse en un acosador peligroso, atentar contra vuestros bienes o heriros físicamente tratando de mataros. La sociedad nos quiere hacer creer que estos seres sólo existen en películas de thriller pero la realidad es que están entre nosotros, la mayoría embutidos en fanáticos religiosos o ciudadanos marginados, casi siempre con una vida vacía que podrían llenar con vuestro rostro como cartel de se busca. No hay modo de combatir ni hacer entrar en razón esas personas pues identifican su modo de vida con eliminaros o dañaros lo máximo posible. Los terroristas fanáticos entran en éste perfil pero sobretodo escribo pensando en ciudadanos de a pie que por unos hechos mal interpretados pueden identificaros como origen de todos sus males. Cuidaos de esas personas y aseguraos que son conocidas e identificables por vuestros cercanos, vuestra vida está en juego.

Si conocéis alguien obsesivo, desequilibrado o violento mejor poned tierra de por medio o estad al menos muy seguros que no va a identificaros como una amenaza o actitud incorrecta. Recordad que también podéis crearos un enemigo siendo inocentes: Un accidente involuntario, los celos compulsivos, la manipulación de otras personas o identificaros con traumas pasados son causas comunes de ansias de venganza personal.

Aseguraos de permanecer discretos en ambientes hostiles o donde la mayoría de la gente tenga una cultura, costumbres o clase distinta a la vuestra. “en el país que fueres haz lo que vieres”

Poner una denuncia por amenazas o acoso contra alguien así es MALA IDEA y MUY PELIGROSO pues al sentirse acorralado pero aún libre puede saltar y ATENTAR CONTRA VUESTRA VIDA. Buscad ayuda entre familiares y gente cercana primero y apoyaos en la policía sólo si ya ha existido un ataque físico o violento condenatorio del que no pueda quedar libre.

Nunca perdáis de vista que en un estado de tensión ellos están dispuestos a morir o ir a la cárcel con tal de haceros daño primero y eso les pone en situación de ventaja en casi cualquier situación.

Cuidaros pues, mis queridos lectores. Cuidaros de las personas.